Joaquín Rodrigo escribió dos pequeñas piezas para guitarra en 1926 y 1936 pero fue en 1939 cuando topo con oro con el Concierto de Aranjuez, dedicado al guitarrista Regino Sainz de la Maza Se ha convertido en el concierto de más éxito del siglo y se han hecho adaptaciones para otros instrumentos, siendo la guitarra el más adecuado.
El concierto rememora un palacio cercano a Madrid, que había sido residencia de verano de los Reyes de Borbón , pero no contiene alusión alguna a tal evento;simplemente representa la fascinación de Rodrigo hacia la cultura folclórica española.
El primer movimiento, en forma de sonata, es breve: se desarrolla a partir del material con el |
| que la guitarra abre, principalmente con acordes rasgueados y está dominado
por su ritmo– que sirve como acompañamiento a la melodía que llevan los violines. La yuxtaposición de compases de 3/4 y 6/8 ha sido típica en la música española desde el Renacimiento y es la característica principal del movimiento.
| En el segundo movimiento la guitarra comienza repitiendo el acorde de tónica de Si m |
(el tono principal del movimiento es ReM) ,y el corno inglés entra, dividendo la melodía en dos partes, ambas imitadas por la guitarra con ornamentación.
En este momento el corno inglés toma la parte cantante, como una saeta de Semana Santa. La guitarra tiene dos cadencias, al final de la segunda la orquesta rompe hasta llegar a un clímax melódico.
Finalmente la guitarra retoma la melodía hacia un final más clamado en un tiece de Picardie ( un tipo de acorde de SiM) |
|
La guitarra se desenvuelve en todo momento en SiM desde el principio hasta el final. Aun así la orquesta recuerda que el tono principal es ReM.
El Concierto eleva la categoría de la guitarra de concierto al contener pasajes complejos y de difícil ejecución que confirman el carácter virtuoso de los Conciertos para Guitarra. |